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La Denominación de Origen Valdeorras viene marcada por el gran triunfo de la variedad de uva blanca godello, que favorece la creación de vinos con frescura e intensidad frutal. Las más de cuarenta bodegas enmarcadas bajo esta denominación se adaptan perfectamente a suelos de muy diferente perfil a una altitud de entre 30 y 700 metros y a una climatología de tipo mediterráneo-oceánico con cierta influencia atlántica que permite elaborar vinos de gran calidad y personalidad.
LA MOTO Vintage Blanco Añada 2018
CV01La vespa verde de Colección Vintage aterriza en Orense y asiste a la elaboración de un Godello fresco, mineral y con toques afrutados que será una garantía de éxito si lo combinas con un rico aperitivo a base de ensalada o tostas de foie e higos. Un auténtico D. O. Valdeorras sin paso por barrica que se convertirá en el blanco de todas las miradas.
Nos ubicamos en Valdeorras, una comarca localizada en el noreste de la provincia gallega de Orense. Este nombre también corresponde a la de una denominación de origen ubicada en la zona y que se enmarca en un clima de tipo mediterráneo-oceánico con inviernos frescos, veranos cálidos y otoños y primaveras agradables y suaves. Este tipo de clima supone un entorno idílico para producir vinos secos de alta calidad.
Otra de las características de la D. O. Valdeorras es la gran variedad de tipos de suelos de la que dispone a lo largo de las cerca de 1.300 hectáreas de viñedo que le corresponden. La comarca aparece dividida en dos a través del curso del río Sil y esto origina un valle que separa una parte de laderas con gran pendiente y otra mucho más suaves. En las áreas de O Bolo, Larouco, Rubiá y Carballeda los terrenos poseen escasa fertilidad y un buen drenaje favorable para el cultivo de la vid.
La trayectoria y la tradición vitivinícola de esto vinos gallegos de Orense nos hace trasladarnos a épocas pasadas, ya que fueron los propios romanos los que comenzaron a plantar viñedos y a dar forma a una cultura del vino que comenzaron rápidamente a catar todos aquellos peregrinos que atravesaban la zona en sus particulares caminos de Santiago. No obstante, fue en el año 1945 cuando se consiguió que se reconociese la denominación y, una vez fundada, se buscaron nuevos mercados de expansión y de acercamiento hacia el consumidor.
Entre las tendencias que se siguen en la elaboración de estos vinos gallegos destaca su filosofía de buscar producciones con gran carácter afrutado y que aporten frescura en boca y en nariz. Para conseguirlo se ha apostado por la diferenciación a través del empleo de variedades autóctonas minoritarias que se encontraban en peligro de extinción y que se han ido recuperando.
Además, en los últimos años se ha trabajado firmemente con la variedad godello, una uva blanca de origen desconocido que responde a cepas muy similares a las de verdejo. Posee una brotación y maduración tempranas y permite obtener buenos rendimientos. Sus racimos y bayas son más bien de tamaño reducido, teniendo estas últimas un tono verde muy intenso y brillante. Los vinos que se obtienen con el empleo de godello suelen desprender una gran complejidad aromática que recuerdan a toques cítricos muy frescos. Presentan una agradable acidez y están preparados para evolucionar bien en barrica, donde alcanzan características elegantes muy valoradas por los amantes del buen vino.
Entre las ventajas competitivas de la D. O. Valdeorras se encuentra su gran adaptación a las condiciones ecoclimáticas de la zona, algo que permite dotar a los vinos de una singularidad única que los diferencia incluso de áreas limítrofes.
Las 43 bodegas adscritas actualmente a esta denominación pueden emplear distintas capacidades en sus botellas a la hora de envasar sus vinos, ya que estas pueden ser de 1,5 litros, de 75 cl., de 50 cl. o de 37,5 cl. También entre los tapones hay ciertas restricciones y los autorizados para emplearse en la zona deben ser naturales, 1+1, aglomerados, colmatados o sintéticos.
Disfrutar de un buen vino de Valdeorras es un lujo para nuestros sentidos y puede convertirse en toda una experiencia compartida en cualquier evento al que queramos dotar de un toque especial. Sin embargo, estos vinos también están preparados para convertirse en nuestros mejores aliados a diario y para combinar con un sinfín de menús.
Si optamos por un cien por cien godello, la variedad más típica de la zona, lo ideal será consumirlo a una temperatura que ronde los 8 – 10 ºC para captar sus propiedades de manera íntegra y saborearlo correctamente en boca. Si nos preguntamos qué plato preparar para acompañar, podemos optar por un pescado blanco en salsa verde, una ensalada donde se creen contrastes de dulce – con pasas o vinagreta de mostaza y miel – y de salado – a través de nueces u otros frutos secos. Asimismo, será una buena opción conjugar estos vinos blancos con entrantes de foie o quesos de poca curación.
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