WHISKY GLENGOYNE 12 AÑOS

COMPRA ONLINE WHISKY GLENGOYNE 12 AÑOS EN VINOREA

Whisky Glengoyne 12 Años es un destilado muy atractivo a la vista que responde a una elaboración llevada a cabo íntegramente en la región escocesa de Highland. Concretamente, la destilería Glengoyne se ubica cerca de Dumgoyne y lleva elaborando whiskies de alta gama desde el año 1833. 

Si nos centramos en las peculiaridades de este Whisky Glengoyne 12 Años cabe mencionar que pasa por barricas de madera de roble seleccionadas manualmente en un 60 por ciento. El 40 por ciento restante se divide a partes iguales entre barricas de roble jerezano y barriles de bourbon de roble americano, ambos llenados por primera vez. Su destilación es pausada y da lugar a esta producción tan singular.

EL MOMENTO PERFECTO PARA DISFRUTAR DE WHISKY GLENGOYNE 12 AÑOS

Lo primero a tener en cuenta con el Whisky Glengoyne 12 Años es que se recomienda servirlo a temperatura ambiente, aunque lo cierto es que también puede presentarse con uno o dos hielos si lo preferimos. Además, a la hora de conservarlo debemos hacerlo en un lugar seco alejado de luces directas. Una vez se tienen en cuenta estas consideraciones, lo ideal es escoger este destilado para acompañar y animar un encuentro con buenos amigos. Podemos disponer siempre de una o varias de estas botellas en nuestra despensa o vinoteca con el objetivo de estar siempre preparado cuando recibimos alguna visita o incluso si somos nosotros los invitados y queremos llevar algún detalle. 

Por otra parte, y aunque podemos degustarlo por sí solo, se adapta muy bien a un tapeo con salmón marinado, mejillones al vapor, vieiras rellenas o una tabla de quesos de distintas curaciones. Incluso es perfectamente válido para servirlo a modo de postre con unas nueces, unas avellanas y unos higos. La sobremesa está asegurada.

NOTA DE CATA DE WHISKY GLENGOYNE 12 AÑOS

Vista: presenta un color dorado viejo.

Nariz: desprende un cuerpo aromático que recuerda a miel, a cáscara de limón, a manzana y a madera. Destaca también por sus toques dulzones propios de la miel y por notas especiadas del jengibre.

Boca: de nuevo en boca sentimos matices de cítricos, especiados como la canela, amaderados y de manzana, a los que se suma un postgusto con toques jerezanos.